POR José Luis Durán King
La cercanía con la muerte y la tristeza que rodea a ésta contribuyeron a que los Poetas de Cementerio fueran personajes destacados e influyentes en la poesía ingles
Graveyard Poets (Poetas de Cementerio) fue un grupo de bardos prerrománticos del siglo XVIII que se caracterizaron por sus meditaciones melancólicas acerca de la mortalidad, los “cráneos y los ataúdes, los epitafios y los gusanos” (Blair: “The Grave 23”), es decir, el contexto, precisamente, de un cementerio.
Edward Young, Thomas Parnell, Thomas Warton, Thomas Percy, Thomas Gray, James Macpherson, Robert Blair, William Collins, Mark Akenside y Joseph Warton son los nombres de algunos de estos poetas tristes y pálidos que visitaban lo mismo los cementerios que los pubs y las tertulias.
A Night Piece on Death de Thomas Parnell es quizás el poema fundacional (o uno de los poemas fundacionales) de la escuela del cementerio. La cercanía con la muerte y la tristeza que rodea a ésta contribuyeron a que los Poetas de Cementerio fueran personajes destacados e influyentes en la poesía inglesa, pues adoquinaron el camino que condujo al Romanticismo.
Por supuesto, la influencia de estos amos y señores de lo lúgubre fue de una nitidez fantasmal en autores como Howard Phillips Lovecraft –sobre todo en lo que respecta a sus poesías— y Edgar Lee Masters, cuyo influjo se percibe en su Antología de Spoon River.
Por cierto, a Edward Young corresponde la frase siguiente: “El hombre es un ciego que no sabe verse a sí mismo”.
(FOTO: Cementerio. “Los cementerios más bonitos del mundo”. elplural.com)