POR José Luis Durán King
Tras ser detenido, Albert DeSalvo no parecía estar involucrado en los asesinatos. Sólo que, después de ser acusado de violación, comenzó a hablar ininterrumpidamente. Por fin, la policía tenía tras las rejas a El Estrangulador de Boston
Entre el 14 de junio de 1962 y el 4 de enero de 1964, un elusivo asesino aterrorizó a la ciudad de Boston, en Massachusetts, Estados Unidos, al matar a 13 mujeres solteras, con edades que iban de los 19 a los 85 años. Debido a que la mayoría de las víctimas fue estrangulada con alguna de sus propias prendas de vestir, la prensa bautizó al criminal como El Estrangulador de Boston. Sin embargo, de las 13 víctimas del individuo, diez fueron agredidas sexualmente en sus apartamentos y luego estranguladas; la víctima más anciana murió de un ataque al corazón, dos más fueron apuñaladas hasta la muerte y otra murió a causa de los golpes que recibió.
A finales de octubre de 1967, un hombre llamado Albert DeSalvo intentó entrar en una casa en Bridgewater, Massachusetts. Sólo que, en esa ocasión, la víctima potencial estaba acompañada por su esposo, el señor Richard Sproles, quien persiguió al intruso y lo detuvo con un balazo en la pierna.
En un principio, DeSalvo no parecía estar involucrado en los asesinatos. Sólo que, después de ser acusado de violación, comenzó a hablar ininterrumpidamente, ofreciendo detalles de los asesinatos que había cometido. Por fin, la policía tenía tras las rejas a El Estrangulador de Boston.
DeSalvo fue sentenciado a cadena perpetua en 1967. Tras fugarse unos días, el infractor fue enviado a la prisión de máxima seguridad Walpole, donde el 25 de noviembre de 1973 fue encontrado muerto, apuñalado en la enfermería de la prisión.
Un dato curioso: en prisión el señor DeSalvo trabajaba en un taller de joyería de fantasía para ganarse unos dólares. Su pasión era la elaboración de gargantillas femeninas.
(FOTO: “Here’s the Weirdest Thing You Didn’t Know About Your Home State”/ huffingtonpost.com/ Pinterest)