POR José Luis Durán King
William Bonin, El Asesino de la Autopista, explicó a un periodista que invitó a atestiguar su ejecución: “Cuando llegue el momento de mi muerte, no deje de mirarme a los ojos, en los ojos está todo”
Hay consenso entre los especialistas del fenómeno criminal, que los grupos favoritos de los asesinos seriales son mujeres, ancianos y niños. Sin embargo, dentro de esta taxonomía hay quienes deciden hacer más difícil su tarea, al atacar a sujetos masculinos, quienes, en teoría, poseen más fuerza y mayores habilidades para defenderse.
Mencionaremos algunos de los predadores más aventurados.
Entre el 20 de septiembre de 1971 y el 13 de mayo de 1983, Randy Kraft acabó con la vida de al menos 16 jóvenes varones, cuyas edades iban de los 13 años a los 35 años. Kraft atrapaba a sus víctimas, las torturaba de forma brutal, centrándose en los genitales, a los que quemaba con encendedores de auto; finalmente, las asesinaba. Sus presas las obtuvo, en su mayoría, en estaciones de transportistas y en el freeway que recorría, entre otros estados, California, Oregón y Michigan. Kraft es uno más de los asesinos seriales que en los años 70 y 80 “sitió” el estado de California.
Por su parte, Patrick Kearney fue un prominente necrófilo que acabó con la vida de 21 niños y jóvenes entre 1962 y 1977 en el sur de California. Cuando Kearney terminaba de violar y torturar a sus presas, las asesinaba con un disparo en la sien.
William Bonin, El Asesino de la Autopista, fue un violento y sádico camionero que en 1980 comandó a una pandilla de tres individuos que asesinaron a 21 adolescentes a los que habían capturado en las carreteras de California y Connecticut. Bonin disfrutaba torturar sexualmente a sus presas y, cuando se aburría, apuñalaba a sus víctimas en los genitales.
Después de transcurrir 13 años en el corredor de la muerte de la prisión de San Quintín, Bonin fue ejecutado con una inyección letal el 23 de febrero de 1996.
Días antes, el asesino había dicho a uno de los periodistas que atestiguarían la ejecución: “Cuando llegue el momento de mi muerte, no deje de mirarme a los ojos, en los ojos está todo”.
(FOTO: William Bonin, The ‘Freeway Killer who terrorized Southern California/ Internet)