POR José Luis Durán King
Stacey Castor envenenó a su esposo para cobrar una póliza de seguros. Al sentirse acorralada por los investigadores decidió acabar con la vida de su propia hija e inculparla de un asesinato que no había cometido
Las Viudas Negras son mujeres viven a la sombra de pólizas de seguro y pensiones obtenidas de muertes “repentinas” de familiares o elementos cercanos. Fue el caso de Stacey Castor, de Weeedsport, Nueva York, que el 22 de agosto de 2005 llamó al 911 para recibir instrucciones, pues no sabía qué hacer, ya que su esposo, David Castor, de 48 años, llevaba todo el día encerrado en su habitación.
Al derribar la puerta del cuarto, los agentes encontraron sobre la cama al señor Castor, ya sin vida, y a un costado de él, un vaso de líquido anticongelante. El drama que montó la señora Castor fue tan convincente que, una primera instancia, los investigadores determinaron que el señor Castor se había suicidado.
Sólo que una aseguradora no se desprende del dinero tan fácilmente y decidió investigar por su parte. ¿A qué conclusiones llegó? Por principio de cuentas, encontró que las huellas dactilares de Stacey resaltaban en el recipiente de anticongelante. Asimismo, hallaron restos del mismo anticongelante en un gotero de cocina, el cual, por cierto, también tenía huellas de los dedos de Stacey.
El caso se tornó más sospechoso cuando los investigadores se enteraron que el testamento atribuido al recién finado había excluido de la herencia a su propio hijo.
Stacey, presionada por la noticia de que la policía exhumaría el cuerpo de Wallace decidió jugar una última carta: planeó inculpar a Ashley, la hija que más quería, producto de su matrimonio con Wallace. Ashley aceptó una tarde de tragos con su madre, sin saber que sería envenenada. Una vez inconsciente, Stacey colocó una carta debajo del cuerpo de su hija en la que esta “confesaba” ser la asesina de su padre.
Sin embargo, la hija sobrevivió al veneno, lo que condenó a Stacey a 51 años de prisión, que comenzó a purgar en la Correccional para Mujeres Bedford Hills, en Nueva York. Sola, sin gozar a su familia y menos las pólizas de seguro que pretendía cobrar, Stacey Castor fue hallada muerta en junio de 2016 al interior de su celda.
(FOTO: Pinterest)